El sistema de administración y procuración de justicia en México es ineficiente por la falta de principios que el actual modelo económico impone, ya que se rige sólo por la competencia, sin importar si destruye al competidor, y propicia la desaparición de valores como la ética y el cumplimiento de la palabra, asegura el director de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ruperto Patiño Manffer.
Recientemente nombrado en el cargo por la Junta de Gobierno, el doctor en derecho señala que una de las problemáticas a las que se enfrentan los abogados en el país es que su profesión es sinónimo de corrupto. Esto se debe –explica– a que hay una proliferación de cientos de escuelas de derecho que titulan profesionales en tres años, con el aval de la SEP, “quienes se incorporan al sistema jurídico y que en su mayoría son los que al final corrompen a los jueces”.
En la Facultad de Derecho “formamos recursos humanos que eventualmente se van a incorporar como litigantes, impartidores de justicia, procuradores o investigadores. Es ahí donde se les debe formar en la cultura de la legalidad y la ética. Tenemos que hacer mucho énfasis en la formación, no sólo en la capacitación. Hay escuelas de derecho que se orientan sólo a capacitación, enseñan a litigar y otorgan un título en tres años. Pero qué pasa con la parte formativa, dónde quedan los valores y la ética. El recurso humano tiene que formarse con un principio de ética porque, si sólo se es procesalista y sólo se aprende a llevar juicios, lo que prevalece es el dinero”.
Subraya que es “lastimoso” que a los abogados se les ligue a la corrupción. “Es una profesión noble porque tiene que ver con la seguridad, patrimonio, estabilidad y libertad de las personas”; sin embargo, reconoce que, al contar con herramientas jurídicas, muchos litigantes abusan porque “conocen la norma y la manera de violarla o darle la vuelta.
“Se ha perdido la cultura de la legalidad y cumplimiento de los compromisos. Si llegamos a tribunales es porque las personas no cumplen los compromisos ni la ley. Si tuviéramos una cultura legal sólida y desarrollada, hablaríamos de una sociedad culta, con mayor educación, en la que lo norma fuese cumplir compromisos y la excepción no hacerlo. Este problema se debe a que en los pasados 30 años el liberalismo económico ha sustituido valores. Ahora es importante la competencia, ésta es buena porque nos impulsa a ser mejores, pero actualmente no tiene límites”.
Sobre sus planes al frente de la Facultad de Derecho, Patiño Manffer destaca que se alineará al planteamiento del rector de la UNAM, José Narro Robles, porque “cualquier director de una escuela de esta institución es un colaborador más del rector”. En ese sentido, dice que tras el reposicionamiento de los pasados ocho años, ahora corresponde la modernización de la enseñanza y la internacionalización de la universidad, “es ahí adonde encaminaremos esta facultad”.
Impulsará programas de estudio flexibles para que los alumnos puedan tener movilidad hacia otras instituciones nacionales y extranjeras; para ello es necesaria, afirma, la “autoenseñanza”, es decir, que el estudiante se comprometa con su propia formación académica y sea capaz de aprender a aprender.
Otra de sus propuestas es crear un programa de becarios en instituciones como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Superior de Justicia, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y otras, para que –al igual que pasa en la carrera de medicina– los estudiantes de abogacía realicen prácticas durante los últimos semestres de la licenciatura.
Para mejorar la docencia la Facultad de Derecho debe ser más selectiva; por ello pretende incorporar como docentes a los 80 integrantes del Instituto de Investigaciones Jurídicas. “Son investigadores de tiempo completo del SNI con obra escrita. Curiosamente, salvo excepciones, no dan clase en la Facultad de Derecho; esto es una locura porque no usamos nuestros propios recursos humanos. Y no lo hacen porque no han sido invitados y nos son arrebatados por otras instituciones”.
El proceso de la reforma judicial será uno de los retos a enfrentar en la Facultad de Derecho. Para ello, propone anexar a la currícula materias orientadas en ese sentido: “no podemos retrasarnos, la reforma va en marcha y no podemos permitir que nuestros alumnos la conozcan sólo por la prensa”. Aclara que en breve se crearán salones de simulacro de juicios orales y audiencias públicas. Además se está en la búsqueda de un experto en reforma judicial para que se encargue de coordinar el programa que implementará en la Facultad de Derecho ese eje temático, ya que, si bien no se modifican las leyes, la reforma sí prevé cambiar la forma de impartir justicia.
No preparamos políticos
Patiño considera una “exageración” que se diga que la Facultad de Derecho ha fallado porque de sus aulas ya no egresan los cuadros políticos del país. “Nuestra facultad no prepara políticos. Así lo hizo por mucho tiempo porque no había otros profesionales que se hicieran cargo de la administración del país. Seguimos preparando los mismos recursos, pero ahora hay otras especialidades para la administración pública, es mejor en ese campo un licenciado en política y administración pública que uno en derecho, porque para eso fue preparado.”
Recientemente nombrado en el cargo por la Junta de Gobierno, el doctor en derecho señala que una de las problemáticas a las que se enfrentan los abogados en el país es que su profesión es sinónimo de corrupto. Esto se debe –explica– a que hay una proliferación de cientos de escuelas de derecho que titulan profesionales en tres años, con el aval de la SEP, “quienes se incorporan al sistema jurídico y que en su mayoría son los que al final corrompen a los jueces”.
En la Facultad de Derecho “formamos recursos humanos que eventualmente se van a incorporar como litigantes, impartidores de justicia, procuradores o investigadores. Es ahí donde se les debe formar en la cultura de la legalidad y la ética. Tenemos que hacer mucho énfasis en la formación, no sólo en la capacitación. Hay escuelas de derecho que se orientan sólo a capacitación, enseñan a litigar y otorgan un título en tres años. Pero qué pasa con la parte formativa, dónde quedan los valores y la ética. El recurso humano tiene que formarse con un principio de ética porque, si sólo se es procesalista y sólo se aprende a llevar juicios, lo que prevalece es el dinero”.
Subraya que es “lastimoso” que a los abogados se les ligue a la corrupción. “Es una profesión noble porque tiene que ver con la seguridad, patrimonio, estabilidad y libertad de las personas”; sin embargo, reconoce que, al contar con herramientas jurídicas, muchos litigantes abusan porque “conocen la norma y la manera de violarla o darle la vuelta.
“Se ha perdido la cultura de la legalidad y cumplimiento de los compromisos. Si llegamos a tribunales es porque las personas no cumplen los compromisos ni la ley. Si tuviéramos una cultura legal sólida y desarrollada, hablaríamos de una sociedad culta, con mayor educación, en la que lo norma fuese cumplir compromisos y la excepción no hacerlo. Este problema se debe a que en los pasados 30 años el liberalismo económico ha sustituido valores. Ahora es importante la competencia, ésta es buena porque nos impulsa a ser mejores, pero actualmente no tiene límites”.
Sobre sus planes al frente de la Facultad de Derecho, Patiño Manffer destaca que se alineará al planteamiento del rector de la UNAM, José Narro Robles, porque “cualquier director de una escuela de esta institución es un colaborador más del rector”. En ese sentido, dice que tras el reposicionamiento de los pasados ocho años, ahora corresponde la modernización de la enseñanza y la internacionalización de la universidad, “es ahí adonde encaminaremos esta facultad”.
Impulsará programas de estudio flexibles para que los alumnos puedan tener movilidad hacia otras instituciones nacionales y extranjeras; para ello es necesaria, afirma, la “autoenseñanza”, es decir, que el estudiante se comprometa con su propia formación académica y sea capaz de aprender a aprender.
Otra de sus propuestas es crear un programa de becarios en instituciones como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Superior de Justicia, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y otras, para que –al igual que pasa en la carrera de medicina– los estudiantes de abogacía realicen prácticas durante los últimos semestres de la licenciatura.
Para mejorar la docencia la Facultad de Derecho debe ser más selectiva; por ello pretende incorporar como docentes a los 80 integrantes del Instituto de Investigaciones Jurídicas. “Son investigadores de tiempo completo del SNI con obra escrita. Curiosamente, salvo excepciones, no dan clase en la Facultad de Derecho; esto es una locura porque no usamos nuestros propios recursos humanos. Y no lo hacen porque no han sido invitados y nos son arrebatados por otras instituciones”.
El proceso de la reforma judicial será uno de los retos a enfrentar en la Facultad de Derecho. Para ello, propone anexar a la currícula materias orientadas en ese sentido: “no podemos retrasarnos, la reforma va en marcha y no podemos permitir que nuestros alumnos la conozcan sólo por la prensa”. Aclara que en breve se crearán salones de simulacro de juicios orales y audiencias públicas. Además se está en la búsqueda de un experto en reforma judicial para que se encargue de coordinar el programa que implementará en la Facultad de Derecho ese eje temático, ya que, si bien no se modifican las leyes, la reforma sí prevé cambiar la forma de impartir justicia.
No preparamos políticos
Patiño considera una “exageración” que se diga que la Facultad de Derecho ha fallado porque de sus aulas ya no egresan los cuadros políticos del país. “Nuestra facultad no prepara políticos. Así lo hizo por mucho tiempo porque no había otros profesionales que se hicieran cargo de la administración del país. Seguimos preparando los mismos recursos, pero ahora hay otras especialidades para la administración pública, es mejor en ese campo un licenciado en política y administración pública que uno en derecho, porque para eso fue preparado.”
Tomado de: http://www.jornada.unam.mx
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