■ Rafael Correa: “podemos hacerlo mejor” y obtener más beneficios para el Estado
■ Advierte que con el actual modelo sólo una mínima parte de la renta del sector beneficia al país
■ Advierte que con el actual modelo sólo una mínima parte de la renta del sector beneficia al país
El gobierno ecuatoriano anunció ayer que suspende la renegociación de los contratos con las compañías petroleras extranjeras que extraen y refinan crudo en su país, con el propósito de corregir la desigualdad en el destino de las utilidades y alcanzar mayores beneficios para el Estado.
El presidente Rafael Correa explicó la medida en su programa sabatino, que esta vez fue transmitido desde México.
En conferencia de prensa, Correa expuso que la experiencia ecuatoriana con las petrolera privadas, que tienen derecho de extracción y refinación, se presta “para muchas trampas y corrupción”, por lo que sólo una mínima parte de la renta del hidrocarburo beneficia el país, “aunque según la Constitución el petróleo es de los ecuatorianos”.
El 21 de enero Quito se inició una renegociación de los acuerdos contractuales con la brasileña Petrobras, la hispano-argentina Repsol-YPF, la francesa Perenco, la china Andes Petroleum y la estadunidense-panameña City Oriente.
Casi listos los nuevos acuerdos, Correa ordenó desde México la suspensión de la negociación porque –dijo en su programa radial– “creo que lo podemos hacer aún mejor”.
Añadió que “una mejor alternativa es llegar a un convenio transitorio quitando ciertas cláusulas absurdas en las cuales prácticamente cedemos nuestra soberanía nacional”.
Se trata, explicó, de una estrategia de firmar convenios transitorios sobre la participación y prestación de servicios de las trasnacionales mientras concluye el proceso de una nueva Carta Magna para Ecuador en la Asamblea Constituyente, donde las fuerzas oficialistas son mayoría.
Para los convenios definitivos, el gobierno de Correa pretende crear una nueva figura de prestación de servicios que establezca claramente la soberanía sobre el recurso.
El presidente Rafael Correa explicó la medida en su programa sabatino, que esta vez fue transmitido desde México.
En conferencia de prensa, Correa expuso que la experiencia ecuatoriana con las petrolera privadas, que tienen derecho de extracción y refinación, se presta “para muchas trampas y corrupción”, por lo que sólo una mínima parte de la renta del hidrocarburo beneficia el país, “aunque según la Constitución el petróleo es de los ecuatorianos”.
El 21 de enero Quito se inició una renegociación de los acuerdos contractuales con la brasileña Petrobras, la hispano-argentina Repsol-YPF, la francesa Perenco, la china Andes Petroleum y la estadunidense-panameña City Oriente.
Casi listos los nuevos acuerdos, Correa ordenó desde México la suspensión de la negociación porque –dijo en su programa radial– “creo que lo podemos hacer aún mejor”.
Añadió que “una mejor alternativa es llegar a un convenio transitorio quitando ciertas cláusulas absurdas en las cuales prácticamente cedemos nuestra soberanía nacional”.
Se trata, explicó, de una estrategia de firmar convenios transitorios sobre la participación y prestación de servicios de las trasnacionales mientras concluye el proceso de una nueva Carta Magna para Ecuador en la Asamblea Constituyente, donde las fuerzas oficialistas son mayoría.
Para los convenios definitivos, el gobierno de Correa pretende crear una nueva figura de prestación de servicios que establezca claramente la soberanía sobre el recurso.
“Si de algo le sirve nuestra experiencia a México –concluyó–, enhorabuena”.
Por: Georgina Saldierna y Blanche Petrich
Tomado de: http://www.jornada.unam.mx
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